PARTE DE NUESTRA HISTORIA

Estanzuela Chaná Alfalfa

Alternativa para rotaciones largas en sistemas intensivos

  • Grupo 6
  • Más de 3 años

características

  • Tipo latencia intermedia
  • Recomendada para henificación por su alto volumen por corte
  • Buena resistencia a enfermedades foliares
  • Rápida implantación y alta productividad en el primer año
  • Reconocida adaptación al pastoreo
  • Recomendada para rotaciones largas en tambos

Estanzuela Chaná es una selección por persistencia sobre alfalfares de origen italiano y su mantenimiento y multiplicación se ha realizado desde la década del 70 por parte del CIAAB y posteriormente por INIA. Con a

Se caracteriza por sus plantas de porte erecto, coronas de gran tamaño y tallos largos. Posee reposo invernal corto y floración poco profusa que se extiende desde noviembre hasta marzo inclusive. Además, se destaca por tener muy buena productividad durante todo su ciclo de crecimiento, pudiendo producir hasta 50% del forraje total en el verano.

Chaná posee una rápida recuperación post-pastoreo, producto de su excelente capacidad de rebrote, característica que permite realizarle seis cortes o pastoreos al año. Su vida productiva alcanza 4 años cuando se siembra en suelos adecuados y el manejo de defoliación se realiza respetando el ciclo de reservas de la planta. Los pastoreos frecuentes reducen su persistencia.

Tiene una excelente precocidad y vigor de plántulas que determinan el alto rendimiento en el primer año cuando se la siembra en otoño temprano. Frente a la mayoría de los cultivares importados, se destaca por su buena tolerancia a las enfermedades foliares preponderantes en el país. Esta característica le permite retener por mayor tiempo las hojas, manteniendo una alta calidad del forraje.


Algunas recomendaciones

Sus mayores rendimientos se logran en suelos profundos y bien drenados de texturas medias a livianas, fértiles, con alta disponibilidad de P (fósforo). No se adapta a suelos ácidos. Posee excelente implantación, tanto en siembras puras como asociadas a cultivos, en un rango de épocas muy amplio que comprende otoño, invierno y primavera. Algo susceptible a podredumbre de raíz en el año de implantación, Chaná supera a la mayoría de los cultivares en dicho año debido a su ya comentada precocidad y vigor de plántulas. Si bien es un cultivar de alta producción en siembras puras, se recomienda su inclusión en mezclas con especies de alta calidad. En ese sentido, acompaña muy bien tanto a dactylis como a cebadilla. Densidades de siembra altas le confieren un carácter agresivo, por lo que se utilizan para las siembras puras. Se recomienda seguir el manejo fisiológico de la especie para lograr su máxima producción. Es decir, realizar el corte o pastoreo cuando se observa el inicio del rebrote basal (2 cm) o alcanza el estado del 10% de floración. Si bien pastoreos frecuentes reducen la persistencia del cultivo disminuyendo su productividad, se adapta bien a pastoreos rotativos controlados. Admite pastoreo directo, y su alta tasa de crecimiento primaveral y reconocida calidad de forraje la hacen una excelente opción para generar reservas de heno. Su máxima producción se alcanza con pastoreos rotativos, ya que las defoliaciones intensas y frecuentes reducen mucho su productividad.

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